La firma conmemora el centenario del naufragio recuperando el estilo del champagne que se sirvió en la última cena del Titanic.
La Casa de Champagne Henri Abelé, una de las cinco firmas prerevolucionarias, fundada en Reims en 1757 y propiedad desde 1985 del Grupo Freixenet, presenta la Cuvée Titanic, una edición especial limitada -4.000 botellas- que conmemora los 100 años del hundimiento.
Henri Abelé ha sido elegido por la Fundación Titanic como el Champagne oficial del centenario, ya que se sirvió en la última cena del buque, el 14 de abril de 1912.
El enólogo de Henri Abelé, Mr. Franck Nicaise, ha creado esta cuvée especial para la ocasión, es un Champagne Brut, elaborado con una selección de clásicos y prestigiosos Chardonnay y Pinot Noir que junto con una pequeña aportación de Pinot Meunier da como resultado esta champagne fresco, afrutado, elegante y franco.
Paralelamente, y en el marco de los actos conmemorativos del centenario del hundimiento, Henri Abelé ha elaborado para la Fundación Titanic 100 unidades especiales presentadas en un cofre de la Colección Titanic, de la Cuvée de Prestige "Le Sourire de Reims", botellas que han sido numeradas y grabadas con el nombre de la persona que la compró, en la subasta que realizó la Fundación el pasado mes de enero, a través de Internet.
Según ha explicado Pedro Bonet, Director de Comunicación, "es un honor para Henri Abelé poder participar en este importante acontecimiento que nos permite, a su vez, recordar parte de la historia de la marca".
Sobre Henri Abelé
Fundada en 1757 por Théodore Vander Veken, Henri Abelé es la tercera más antigua casa de champagne. Sus 250 años de historia, con creciente prestigio y espíritu innovador, hacen que esta firma se entremezcle con la propia historia del champagne.
La Maison Henri Abelé es una de la pioneras en la elaboración y la difusión del champagne en el mundo, un vino espumoso que los reyes de Francia eligieron para celebrar sus fiestas y para brindar con ocasión del coronamiento de los monarcas franceses en la catedral de Reims. Este hecho permitió el desarrollo de su comercialización en Francia y en el mundo, convirtiéndose en poco tiempo en proveedor oficial de las cortes de España, Alemania y de Bélgica.
Después de la 1ª primera guerra mundial, Henri Abelé fue uno de los primeros négociants que regresan a Reims. Sensible ante el estado de la catedral (prácticamente destruida), adquiere el compromiso de su rehabilitación, para lo que funda la Sociedad de los Amigos de la Catedral.
Esta atención hacia el patrimonio de la catedral, le llevó a interesarse por una de sus más bonitas escultura: "L´Ange au sourire" o el "Sourire de Reims", la estatua de un ángel decapitado en el incendio de 1914, que simbolizó el renacimiento de la ciudad de Reims. Desde entonces, en cada una de las botellas de Henri Abelé, se encarna el espíritu de perfección y la preocupación por preservar el savoir-faire que reúnen sus champagnes.
Con un estilo sobrio y refinado, los champagnes Henri Abelé seducen al paladar, a través de una experiencia gustativa intensa y auténtica. Cada uno de sus champagnes nace de minuciosas selecciones entre los mejores vinos de la Champagne.
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